En el renacimiento italiano,
Lucia Borgia y Catalina de Medici empleaban la trufa en sus banquetes como gran reclamo a sus invitados. Es en el año 1554 cuando se escribe el primer tratado sobre el cultivo de la Trufa: "Opusculus de tuberis", escrito por el doctor Alfonso Ciccarelli
En el período de la Francia revolucionaria, se dice que Napoleón y el Marqués de Sade
las usaban como estimulante sexual. Además la amante de Luis XV, Madame de Pompadour, temerosa de ser incapaz de estar a la altura de las exigencias amatorias del rey, experimentó con una dieta de vainilla, trufas y apio, pensada para "calentar la sangre".
En el siglo XIX, Georges Sand,
escritora francesa famosa defensora de los derechos de la mujer al amor libre, escribió: "La trufa es la negra manzana mágica del amor"